Las 4 tareas del predicador
Pensaste que estar en el púlpito para predicar era el momento cuando la paloma del Espíritu Santo iba a tomar lugar sobre tu hombre izquierdo -en el lado del corazón- y el mensaje de Dios comenzaría salir de tu boca, con gran poder y belleza, redundando en el aplauso frenético de la multitud reunida.
O tal vez creíste que repetir esa predicación encontrada en YouTube que tanto te gustó sin duda no iba fallar en su efecto a la audiencia. O te mueves en alguna mezcla entre los dos extremos.
Pero hay otro camino, ciertamente más largo, más trabajoso, y sin garantía de éxito, ese camino que te enseñaron en el Seminario. A pesar de todas sus trabas tiene una gran ventaja, una ventaja de la que carecen las otras opciones: te sumerge en una confrontación seria con la Palabra. Sí, sólo los tres: Tú, la Palabra de Dios, y -claro que sí- el Espíritu Santo.
Si te atreves a ir por este camino, aquí te ofrecemos intercambio de ideas y ayuda práctica. Para facilitarnos esta cometida, la hemos dividido en 4 tareas, cada una indispensable para llegar a la meta deseada: una predicación que cumple su propósito. Esas 4 tareas son
EXÉGESIS
HERMENÉUTICA
TEOLOGÍA
HOMILÉTICA
Por supuesta, el cumplimiento cabal de cada una de esas cuatro tareas exige una considerable inversión de tiempo y esfuerzo. Pero, sinceramente, ¿cuál creyente, cuál ministro, cuál persona que anhela desarrollar una predicación eficaz según términos hu manos y merecedora de recibir aquella gracia divina que la hace efectiva en lograr sus propósitos, no estaría dispuesto a pagar ese precio con gusto? Más, buscaría cómo acceder a la clase de conocimiento y entrenamiento práctico que le permitirán avanzar paso a paso en la tarea.
Es en este sentido que con gran alegría anunciamos que el acceso a Las 4 tareas del predicador ahora será posible a través de un DIPLOMADO ofrecido por nuestro Seminario Bíblico AD sede Cúcuta.