La educación como motor de desarrollo integral de la socedad

Dada la trascendencia de formar las capacidades y competencias individuales, resulta fundamental establecer una conexión entre educación y desarrollo, ya que de ello depende el adecuado desempeño de las personas en la sociedad. Una sociedad bien educada, con individuos formados integralmente, competentes y capaces, avanza hacia el desarrollo en todas las áreas.

1. Educación y desarrollo

Es innegable que la concepción de desarrollo económico ha alcanzado un grado hegemónico en todas las esferas de la sociedad, y parece ser crucial para hablar de calidad de vida (Cruz, 2013). Desde la perspectiva de Amartya Sen, el desarrollo es “un proceso de expansión de las libertades reales que disfrutan los individuos” (Rivera, 2015). Esto implica que cuanto más libre se sienta un individuo para elegir su estilo de vida y los medios para desarrollarse como persona, más desarrollo puede alcanzar. No se trata simplemente de vivir en ausencia de lo social, sino de estar capacitado para aportar soluciones a los grandes problemas que enfrenta la sociedad. Aquellos que viven en condiciones de desamparo, indefensión, privaciones y opresión requieren una solución integral a la desigualdad en el mundo; sin educación, nunca habrá una transformación en la sociedad. El desarrollo no se mide solo en términos de escasez de ingresos; es crucial considerar la pobreza de capacidades. Surge la pregunta: ¿Cómo puede un individuo desarrollar sus capacidades intrínsecas sin oportunidades de educación de calidad? Aquí es donde la educación cobra relevancia, ya que no se trata solo de maximizar la eficiencia, el trabajo o las utilidades que proporcionen calidad de vida material. Lo imperativo es reducir la desigualdad, la injusticia social y las limitaciones del mercado (Rivera, 2015).

2. Tendencias económicas que influyen en la educación

Los modelos educativos han estado inmersos en los modelos de desarrollo económico que predominan en la sociedad. La economía está colonizando todos los ámbitos de la realidad (Cruz, 2013), superando incluso a las fuerzas políticas. Quien realmente determina el curso de los acontecimientos en el mundo globalizado es la economía, es decir, el capital. Desde que las doctrinas económicas llegaron a la educación, estas impactaron en la institución educativa y el desarrollo de la práctica educativa, orientándose hacia la formación de habilidades laborales centradas en el desarrollo industrial. Los escenarios de formación y educación se ajustaron al modelo industrial, organizando a los individuos por edades, género, horarios, uniformes, tiempos de descanso, tareas y hasta la alimentación; todo un escenario para preparar al individuo para el futuro en las dependencias industriales. En (Muñoz Izquierdo, 2011) se encuentran apreciaciones interesantes sobre las consecuencias de no mejorar la distribución de las oportunidades educativas frente al escaso mejoramiento de las habilidades en la fuerza laboral. Los sectores populares tienen escasa educación y, por ende, poca absorción en la fuerza laboral. La clase media, con un poco más de educación, solo alcanza ocupaciones que exigen menos escolaridad, mientras que aquellos que pertenecen a las clases superiores no solo obtienen ingresos superiores, sino también las oportunidades educativas más valoradas por el mercado laboral organizado. Frente a la debacle del modelo neoliberal en cuanto a las oportunidades de educación para todos sin distinción, el modelo de desarrollo humano ofrece la posibilidad de cambiar para que la actividad educativa se centre en el ser humano, sus capacidades, potencialidades, competencias y talentos, sin restricciones en su desarrollo individual o social.

3. ¿Educar para el desarrollo o desarrollar la educación?

De acuerdo con los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas (Educación de calidad: Por qué es importante, 2020) se debe garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanentes. Para que se logre el tan anhelado desarrollo, se requiere una integralidad en los modelos económicos y educativos. La educación y la economía no son excluyentes la una de la otra; la educación es clave para que la humanidad alcance otros objetivos sostenibles (ODS), cuando la educación de calidad está al alcance de todas las personas equitativamente, estas podrán salir de la “pobreza de capacidades” y alcanzar un desarrollo en su renta, por ende, la calidad de vida se desarrollara ostensiblemente. La educación contribuye a reducir las desigualdades y a cerrar las brechas sociales, empodera a la sociedad para que cada uno de los individuos que la componen lleven una vida saludable y sostenible; la desigualdad económica (provocada por la doctrina neoliberal) ha estimulado la intolerancia y la lucha de clases, pero la educación de calidad fomenta la tolerancia entre las personas y contribuye a crear sociedades más pacíficas (Educación de calidad: por qué es importante, 2020).

Conclusión

La educación y el desarrollo no son excluyentes; se integran plenamente. No se puede hablar de una sociedad desarrollada si los índices de educación son bajos y, por ende, las capacidades y competencias de las personas no se desarrollan eficazmente. Tampoco se puede afirmar que una sociedad alcanza un nivel de educación óptimo si la desigualdad social y la pobreza económica avanzan, otorgando poder y libertad a unos pocos que toman decisiones por la mayoría. Se debe buscar la integralidad de la educación para alcanzar altos índices de desarrollo humano. Una sociedad educada es libre para decidir, exigir que las autoridades rindan cuentas y promover los cambios necesarios en todas las esferas.

Referencias

  • Castro Robles, Y. (Octubre de 2007). La educación para el desarrollo humano en un mundo globalizado. Revista Tendencia & Retos (12), 157-175. Recuperado el 20 de 05 de 2020, de http://www.ts.ucr.ac.cr/binarios/tendencias/rev-co-tendencias-12-10.pdf
  • Cruz, M. (Diciembre de 2013). Un marco de inteligibilidad para lo que nos está pasando. (63-72, Ed.) Gaceta sindical: Reflexiones y debates (21). Recuperado el 20 de 05 de 2020, de https://www.ccoo.es/cms.php?cd_cms_pag=12855&cd_cms_elcon_from=&cd_cms_elconmaster_to=37&cd_cms_conte=28731&opc_id=2d88420bca00e776411d0404c0170614&opc_id_prin=2f6265f7450466813ea62da04a9e99d8
  • Educación de calidad: Por qué es importante. (20 de 05 de 2020). Obtenido de www.un.org: https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/wp-content/uploads/sites/3/2016/10/4_Spanish_Why_it_Matters.pdf
  • Muñoz Izquierdo, C. (2011). El papel de la educación en el desarrollo económico y social; una perspectiva. Revista de la educación superior (37). Recuperado el 20 de 05 de 2020, de http://publicaciones.anuies.mx/pdfs/revista/Revista37_S1A2ES.pdf
  • Rivera, J. (29 de 11 de 2015). Desarrollo y Libertad. mundos plurales, 2(2), 110-112. doi:10.17141/mundosplurales.2.2015.1991
  • Sen, A. (2000). El desarrollo como libertad. Gaceta Ecoló (55), 14-20. Recuperado el 2020 de 05 de 2020, de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=53905501

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